a babor

En tiempos saavedrinos el mutismo de don Jerónimo era constante y riguroso cuando se trataba de cuestiones relativas a la estabilidad de su propio Gobierno. Tan celoso era el hombre a ese respecto que hasta un par de horas después de perder la moción de censura, seguía insistiendo en la solidez de su pacto de Hormigón. Añorados tiempos aquellos en los que ejercer la profesión de informador obligaba a hacer un permanente esfuerzo de inteligencia en la interpretación de los signos.
Ahora las cosas son un poco bastante más rudimentarias: Hermoso se cisca en Bravo y le acusa de hablar más de la cuenta, Bravo le replica en el mismo grueso tono, y así ocurre que -sin necesidad de aguzar ingenio y perspicacia, el oficio se adocena, el olfato se atrofia y el aburrimiento se adueña de una profesión -la nuestra-, cada día más emparentada con la del viejo escriba transcriptor de citas y sentencias.
El último cruce de lindezas entre Hermoso y Bravo es perfectamenbte ejemplificador del tono lastimoso y pedestre de nuestro debate público. Hermoso apareció ayer por los periódicos diciendo que la incontinencia verbal de «gentes del PP sin responsabilidades en el ejecutivo» (referencia escasamente críptica y facilmente endilgable a José Miguel Bravo) es lo peor que puede haber para la estabilidad de cualquier Gobierno. No se trata aquí de glosar los contenidos de tan elevada y filosófica reflexión, cumbre del pensamiento político de Hermoso. Pero al margen de toda consideración, la verdad es que nuestro presidente no se estaba refiriendo a Bravo de Laguna, sino contestando a la secretaria insular de los populares tinerfeños, la diputada Consuelo Rodríguez, que un par de días antes había dicho que Coalición Canaria debería ‘vaciar’ las consejerías sacando de ellas a todos los enchufados y amiguetes que pululan por ahí. Doña Consuelo tiene bastante razón, qué duda cabe, sobre todo si hace extensiva su petición de ‘vaciado’ también a las consejerías del PP, aunque es de justicia resaltar que en las del PP hay menos amigos y menos enchufados. Es de justicia resaltarlo y es lo normal: a fin de cuentas, los del PP llevan menos tiempo…
La cuestión es que Bravo pensó que Hermoso le contestaba a él y no a doña Consuelo. Y es que el propio Bravo había ocupado anteayer las páginas de los periódicos censurando a Hermoso el ‘puentear’ al PP canario en sus visititas a Madrid para pedirle a Fomento más dineros para el Convenio de Contratistas, perdón, de Carreteras. Bravo debió pensar que alguna respuesta se merecía recibir él por haberse metido con el presidente, y se apropió de la que le correspondía a doña Consuelo. Consecuencia: una nueva declaración de Bravo, diciéndole ahora a Hermoso de que para incontinencia verbal la suya (la de Hermoso), y que los pleitos a la Comisión de Seguimiento o como se llame.
Como ven, muy consistente, muy edificate y muy entretenido. Una nueva y ‘peligrosa’ vuelta de tuerca en el tornillo sin fin del pacto.

Colchón:
Es de justicia resaltar que en las consejerías del PP hay menos amigos y menos enchufados. Es lo normal: a fin de cuentas, los del PP llevan menos tiempo…