a babor

El fantasma de Dimas Martín vuelve a enturbiar la política canaria, aún cuando sea por unas pocas horas.
Un periódico de Tenerife anunciaba ayer en ‘scoop informativo’ (un ‘scoop’ que no llegaría a convertirse en primicia porque la política española es más bien surrealista), la posición favorable del fiscal del Tribunal Constitucional a considerar ajustada a Derecho la solicitud de amparo presentada por Dimas al alto tribunal. Simultaneamente, en la misma edición y en letra más pequeña, Dimas Martín advertía al Gobierno que su regreso al Parlamento de Canarias, caso de producirse, sería el momento que iba a marcar el final de la precaria mayoría que hoy soporta al Gobierno nacionalista de Manuel Hermoso. «Hermoso es un traidor y va a pagarlo», decía Dimas con ese lenguaje tan sutil y diplomático que ha caracterizado sus últimas declaraciones públicas.
En la rueda de prensa ofrecida por Gregorio Guadalupe al final del Consejo de Gobierno celebrado ayer mañana, el portavoz del Ejecutivo se hacía eco de la información aparecida en ‘La Gaceta’ y advertía que el Gobierno estaba dispuesto a funcionar en minoría (hoy sobrevive instalado en un inusual 30-29), augurando una etapa de contactos y negociaciones con otras fuerzas políticas, incluyendo al propio Dimas en el catálogo, con vistas a acuerdos puntuales para garantizar la gobernabilidad regional.
Apenas unas horas después de las declaraciones de don Gregorio, y mientras la mitad de la clase política canaria se relamía pensando en el triste destino de la otra mitad que nos gobierna, el Tribunal Constitucional hacía llegar a las redacciones de los periódicos una escueta nota de prensa advirtiendo que el recurso de amparo de Dimas ante el TC ha sido desestimado por haberse presentado fuera de plazo.
¡¡¡Fuera de plazo!!!
La sentencia del Tribunal Supremo contra Dimas Martín inhabilitándole de todo cargo público, la misma sentencia que le impidió volver a ganar por goleada las últimas elecciones al Senado, y que ha servido pata prohibirle ocupar su ganado escaño en el Parlamento regional, la misma sentencia que ha permitido a sus antiguos colegas de las AIC y del resto de los grupos que apoyan al Gobierno plantearse que Dimas ha perdido definitivamente la condición de parlamentario canario, esa sentencia, en fin, que ayer el fiscal del Tribunal Constitucional consideraba necesario anular… esa misma sentencia, sí, seguirá haciéndole a pascua a Dimas porque su abogado no tuvo puestas las pilas a la hora de presentar el recurso de amparo ante el Constitucional y se le fueron los plazos.
Jo.
Siempre pense que el origen de los problemas de Dimas con la Justicia estaba en su mala cabeza. Desde ayer, creo firmemente que el problema de Dimas es que no ha sabido despedir a tiempo a su señor abogado.